27 enero 2010

INTRODUCCIÓN

Karl Marx, Sigmund Freud y Friedrich Nietzsche son los tres maestros de la sospecha, así como fundadores de discurso crítico capaz de ir más allá de la realidad estancada en el racionalismo imperante en la época al declararla anómala y buscar las causas de esa anomalía: la represión sexual, el pensamiento atado y la dominación económica, en su orden. Por desnudar la utopía falsa para proponer una utopía verdadera capaz de liberar al hombre y dar lugar a una conciencia auténtica que substituya la conciencia aparente que le han impuesto.

Según la expresión de Paul Ricoeur que, aunque derivada de una compleja hermenéutica, ha pasado a popularizarse de tal manera desde su publicación en 1970, que es uno de los tópicos culturales de finales del siglo XX, utilizándose desde la filosofía hasta la crítica de cine.
En ese uso simplificado, se relaciona a los tres pensadores del siglo XIX con la crítica al racionalismo dominante en el pensamiento y en general toda la civilización occidental (sobre todo tras la Ilustración); por cuanto ven la razón como una simple justificación de pulsiones más profundas: el materialismo económico (Marx), la voluntad de poder (Nietzsche) o el inconsciente dinámico, expresado en el deseo sexual, la frustración y la agresividad (Freud).
También se suelen utilizar los términos pensadores de la sospecha o filósofos de la sospecha.
“Pensadores de la sospecha” o “filósofos de la sospecha”, como los llaman otros, son el símbolo de la obra vital y vitalista por su inmensa capacidad de transformación de la sociedad y el pensamiento. Sin ellos no hay manera de comprender el mundo en que vivimos.Pasar por la vida sin haberse por lo menos acercado a estos autores es haberse negado a mirar los crepúsculos más asombrosos de la inteligencia occidental: “La interpretación de los sueños”, de Freud, “Así habló Zaratustra” o “La gaya ciencia” de Nietzsche y, si no directamente, por la extensión de su obra, en el caso de Marx, a través de un texto introductorio como el de Marta Harnecker “Los conceptos elementales del materialismo histórico”. Anunciar a cuál de los tres sospechosos aludidos pertenecen los renglones que siguen es sin duda menosprecio al lector.

PARA ENTRETENER...

EJERCICIOS -TEST VERDADERO-FALSO

INDICA LA VERDAD O FALSEDAD DE LAS SIGUIENTES AFIRMACIONES
1. La esencia se refiere a lo que permanece en el cambio.
2. En la Grecia del siglo V. a.C., el conocimiento de otras culturas fomentó el objetivismo.
3. La filosofía nace en Grecia en el siglo V a. C.
4. La actitud mítica implica considerar el mundo más como un caos que como un cosmos.
5. El relativismo individual permite llegar a un acuerdo en cuanto a lo que se puede considerar como verdadero.
6. Antes de la aparición de la filosofía los griegos expresaban el sentido de la existencia con mitos.
7. La religión órfica defendía el monismo antropológico.
8. La filosofía anterior a Platón se preocupó primero del estudio del hombre y después de cuestiones cosmológicas.
9. En Grecia, la actitud mítica es posterior a la actitud racional.
10. En la “Vía de la Verdad” Parménides afirmó que el cambio tiene su origen en la lucha entre elementos contrarios.
11. Los presocráticos dieron explicaciones materialistas y por ello negaron la existencia de las almas y de los dioses.
12. Los sofistas, en particular los de la segunda generación, consideraron que un principio fundamental que debe regir la vida social es la ley del más fuerte.
13. Los sofistas defendieron el intelectualismo moral.
14. El objetivo de la mayéutica es alcanzar definiciones universales.
15. La esencia hace mención a lo que tiene de común un objeto con otros objetos.
16. Los sofistas se preocuparon más por problemas relativos a la esfera del hombre que por el estudio de la Naturaleza.
17. El tema de la filosofía presocrática fue el tema de la Naturaleza.
18. El arché designa el elemento último del que se compone toda la realidad.
19. En la actitud racional los objetos tienen propiedades distintas a las naturales.
20.La actitud mítica utiliza en igual medida la imaginación y la razón para explicar el mundo.
21. La práctica democrática no influyó en la aparición de grupos dedicados a enseñar el uso de la palabra.
22. Anaximandro da una explicación naturalista del origen del hombre.
23. Para Anaxímenes el argé es el fuego.
24. La escuela pitagórica fue una comunidad de tipo científico, religioso, filosófico, pero no político.
25. En sus orígenes, la actitud racional tendía a considerar que los acontecimientos del mundo son necesarios.
26. El relativismo defiende la posibilidad de encontrar un criterio universal de la verdad que permita el conocimiento objetivo.
27. El mito es la explicación alegórica de los poetas acerca del mundo, los hombres y los dioses.
28. La religión órfica defendía la inmortalidad del alma.
29. El objetivismo considera que es verdadero lo que a uno le parece verdadero.
30. El griego descubre que las cosas del mundo está ordenadas siguiendo leyes naturales.
31. Para los sofistas el diálogo era la mejor forma de alcanzar la verdad.
32. La frase "sobre gustos no hay nada escrito" es objetivista.
33. El problema de la naturaleza estudiado por los presocráticos consistió en la investigación de la composición última de la realidad.
34. Anaxímenes defendió que el argé era el agua.
35. El intelectualismo moral considera que el conocimiento tiene un papel destacado en la práctica moral pero menor que el papel de los sentimientos.

-Crea frases dichas por los siguientes filósofos célebres ordenando estas palabras:

KANT
La autoculpable de edad del hombre ilustración es salida la minoría su de
PAULO FREIRE
No a palabras es alfabetizarse aprender repetir decir a palabra su sino
SÓCRATES
Que se nada sólo no se
PLATÓN
De ideas el físico mundo de incide bien piensa lo y correcto harás el las mundo
DESCARTES
Las examinas que divide tantas en partes dificultades para como posible su sea mejor solución
FREUD
Dos ser feliz maneras esta vida es el idiota y la serlo otra una existen de en esta hacerse

SOLUCIONES:
-1. V 2. F 3. F 4. V 5. F
6. V 7. F 8. F 9. F 10. F
11. F 12. V 13. F 14. V 15. V
16. V 17. V 18. V 19. F 20. F
21. F 22. V 23. F 24. F 25. V
26. F 27. V 28. V 29. F 30. V
31. F 32. F 33. V 34. F 35. F

-KANT: La ilustración es la salida del hombre de su autoculpable minoría de edad.
PAULO FREIRE: Alfabetizarse no es aprender a repetir palabras, sino a decir su palabra
SÓCRATES: Sólo se que no se nada
PLATÓN: El mundo de las ideas incide el mundo físico; piensa bien y harás lo correcto.
DESCARTES: Divide las dificultades que examinas en tantas partes como sea posible para su mejor solución.
FREUD: Existen dos maneras de ser feliz en esta vida, una es hacerse el idiota y la otra serlo.

18 enero 2010

SÓCRATES

Biografía
Nació en Atenas, donde vivió durante los dos últimos tercios del siglo V a.C, la época más espléndida en la historia de su ciudad natal, y de toda la antigua Grecia. Fue hijo de Sofronisco – motivo por el que en su juventud se le llamaba "Sōkrátis iōs Sofroniskos" (Sócrates hijo de Sofronisco) –, de profesión cantero, y de Fainarate, comadrona. Emparentados con Arístides el Justo.Cuando Sócrates nació, su padre recibió del oráculo el consejo de dejar crecer a su hijo a su aire, sin reprimirle sus impulsos.
Desde muy joven llamó la atención de los que lo rodeaban por la agudeza de sus razonamientos y su facilidad de palabra, además de la fina ironía con la que salpicaba sus tertulias con los ciudadanos jóvenes aristocráticos de Atenas, a quienes les preguntaba sobre su confianza en opiniones populares, aunque muy a menudo él no les ofrecía ninguna enseñanza. Se casó con Xantipa (o Jantipa). Ella era de noble familia y trataba muy mal al filósofo, de ahí que los romanos apodaban a las mujeres de mal carácter como Xantipas. Su inconformismo lo impulsó a oponerse a la ignorancia popular y al conocimiento de los que se decían sabios. Él no se consideraba a sí mismo sabio, aun cuando uno de sus mejores amigos, Querefonte, le preguntó al oráculo de Delfos si había alguien más sabio que Sócrates, y la Pitonisa le contestó que no había ningún griego más sabio que él (Apología 21a). Comenzó así su búsqueda, preguntando y conversando con aquellas personas a quienes la gente consideraba sabias, pero se dio cuenta de que en realidad creían saber más de lo que realmente sabían. Filósofos, poetas y artistas, todos creían tener un gran conocimiento, pero en cambio Sócrates era consciente tanto de la ignorancia que le rodeaba como de su propia ignorancia, y este conocimiento lo llevó a tratar de hacer pensar a la gente y hacerles ver el conocimiento real que tenían sobre las cosas. Fingiendo saber menos, conversaba con la gente y luego les hacía notar sus errores; a esto se le denominó «ironía socrática», la cual queda expresada con su célebre frase «Sólo sé que nada sé». Su más grande mérito fue crear la mayéutica, método inductivo que le permitía llevar a sus alumnos a la resolución de los problemas que se planteaban, por medio de hábiles preguntas cuya lógica iluminaba el entendimiento. Según pensaba, el conocimiento y el autodominio habrían de permitir restaurar la relación entre el ser humano y la naturaleza.

Murió a los 70 años de edad, en el año 399 a. C. aceptando serenamente una condena e ingiriendo cicuta, como método elegido de entre los que un tribunal, que le juzgó, le ofrecía para morir por no reconocer a los dioses atenienses y por, según ellos, corromper a la juventud. Según relata Platón en la apología que dejó de su maestro, éste pudo haber eludido la condena, gracias a los amigos que aún conservaba, pero prefirió acatarla y morir. Realmente le juzgaron porque dos de sus discípulos fueron tiranos que atentaron contra Atenas. A su muerte surgen las escuelas socráticas, la Academia Platónica, las menores, dos de moral y dos de dialéctica, que tuvieron en común la búsqueda de la virtud a través del conocimiento de lo bueno.La sabiduría de Sócrates no consiste en la simple acumulación de conocimientos, sino en revisar los conocimientos que se tienen y a partir de allí construir conocimientos más sólidos.
Esto le convierte en una de las figuras más extraordinarias y decisivas de toda la historia; representa la reacción contra el relativismo y subjetivismo sofísticos, y es un singular ejemplo de unidad entre teoría y conducta, entre pensamiento y acción. A la vez, fue capaz de llevar tal unidad al plano del conocimiento, al sostener que la virtud es conocimiento y el vicio ignorancia.
El poder de su oratoria y la facultad de expresarse públicamente eran su fuerte para conseguir la atención de las personas.
Sócrates no escribió ninguna obra porque creía que cada uno debía desarrollar sus propias ideas. Conocemos sus ideas porque Platón se basó en ellas para escribir sus diálogos.
El problema de las fuentes
Además de las tres obras que se conservan nos podemos acercar a Sócrates por medio de cuatro fuentes:
1. Los diálogos de Platón como material más importante.
2. Los escritos de Jenofonte en los que habla de Sócrates, los cuales, no obstante, contienen errores históricos.
3. La comedia de Aristófanes «Las nubes», que fue escrita cuando Sócrates tenía solamente 41 años, ridiculizándolo y colocándolo en el lugar de los sofistas.
4. Y finalmente, las menciones de Aristóteles a lo largo de todas sus obras; no lo conoció directamente pero tradicionalmente se considera que su recuento es el más objetivo.1
Fue el verdadero iniciador de la filosofía en cuanto que le dio su objetivo primordial de ser la ciencia que busca en el interior del ser humano. El método de Sócrates era dialéctico: después de plantear una proposición analizaba las preguntas y respuestas suscitadas por la misma. Sócrates describió el alma como aquello en virtud de lo cual se nos califica de sabios o de locos, buenos o malos, una combinación de inteligencia y carácter.Tuvo gran influencia en el pensamiento occidental, a través de la obra de su discípulo Platón.
Creía en la superioridad de la discusión sobre la escritura y, por lo tanto, pasó la mayor parte de su vida de adulto en los mercados y plazas públicas de Atenas, iniciando diálogos y discusiones con todo aquel que quisiera escucharle, y a quienes solía responder mediante preguntas. Privilegió un método al cual denominó (probablemente evocando a su madre partera) mayéutica, es decir, lograr que el interlocutor descubra sus propias verdades.
Fue obediente con las leyes de Atenas, pero evitaba la política. Creía que podría servir mejor a su país dedicándose a la filosofía. No escribió ningún libro ni tampoco fundó una escuela regular de filosofía. Todo lo que se sabe con certeza sobre sus enseñanzas se extrae de la obra de Platón, que atribuyó sus propias ideas a su maestro. Platón describió a Sócrates escondiéndose detrás de una irónica profesión de ignorancia, conocida como ironía socrática, con gran ingenio y agudeza mental.
La base de sus enseñanzas y lo que inculcó, fue la creencia en una comprensión objetiva de los conceptos de justicia, amor y virtud y el conocimiento de uno mismo. Creía que todo vicio es el resultado de la ignorancia y que ninguna persona desea el mal; a su vez, la virtud es conocimiento y aquellos que conocen el bien, actuarán de manera justa. Su lógica hizo hincapié en la discusión racional y la búsqueda de definiciones generales. En este sentido influyó en sus discípulos Platón y, a través de él, en Aristóteles.
Aunque durante la primera parte de su vida fue un patriota y un hombre de profundas convicciones religiosas, Sócrates sufrió sin embargo la desconfianza de muchos de sus contemporáneos, a los que les disgustaba la nueva postura que tomó frente al Estado ateniense y la religión establecida, principalmente en contra de las creencias metafísicas de Sócrates, que planteaban una existencia etérea sin el consentimiento de ningún dios como figura explícita. Fue acusado en el 399 a. C. de despreciar a los dioses y corromper la moral de la juventud, alejándola de los principios de la democracia.
La Apología de Platón recoge lo esencial de la defensa de Sócrates en su propio juicio; una valiente reivindicación de toda su vida. Fue condenado a muerte, aunque la sentencia sólo logró una escasa mayoría. Pasó sus últimos días con sus amigos y seguidores, como queda recogido en la obra Fedón de Platón. Según la tradición sus últimas palabras fueron irónicas o acaso más bien sarcásticas: «acuérdate de comprar un gallo para Asclepio».
Pensamiento
Sócrates no escribió obra alguna y, a pesar de haber tenido numerosos seguidores, nunca creó una escuela filosófica. Las llamadas escuelas socráticas fueron iniciativa de sus seguidores. Acerca de su actividad filosófica nos han llegado diversos testimonios, contradictorios entre ellos, como los de Jenofonte, Aristófanes o Platón, que suscitan el llamado problema socrático, es decir la fijación de la auténtica personalidad de Sócrates y del contenido de sus enseñanzas. Si creemos a Jenofonte, a Sócrates le interesaba fundamentalmente la formación de hombres de bien, con lo que su actividad filosófica quedaría reducida a la de un moralista práctico: el interés por las cuestiones lógicas ó metafísicas sería algo completamente ajeno a Sócrates. Poco riguroso se considera el retrato que hace Aristófanes de Sócrates en "Las nubes", donde aparece como un sofista jocoso y burlesco, y que no merece mayor consideración.
El Sócrates platónico
Más problemas plantea la interpretación del Sócrates platónico: ¿Responden las teorías puestas en boca de Sócrates en los diálogos platónicos al personaje histórico, o al pensamiento de Platón? La posición tradicional es que Platón puso en boca de Sócrates sus propias teorías en buena parte de los diálogos llamados de transición y en los de madurez, aceptándose que los diálogos de juventud reproducen el pensamiento socrático. Esta posición se vería apoyada por los comentarios de Aristóteles sobre la relación entre Sócrates y Platón, quien afirma claramente que Sócrates no "separó" las Formas, lo que nos ofrece bastante credibilidad, dado que Aristóteles permaneció veinte años en la Academia.
Doctrina
El rechazo al relativismo de los sofistas llevó a Sócrates a la búsqueda de la definición universal por elaboración de conceptos, que pretendía alcanzar mediante el método inductivo. Probablemente la búsqueda de dicha definición universal por concepto no tenía una intención puramente teórica, sino más bien práctica.
Aristóteles señala claramente las dos grandes aportaciones de Sócrates:
Dos cosas hay que atribuir con justicia a Sócrates, por un lado los επακτικοι λογοι2 y por otro el οριζεσθαι καθολον3.Exponemos aquí los elementos fundamentales del pensamiento socrático.
Los sofistas habían afirmado el relativismo gnoseológico y moral. Sócrates criticará ese relativismo, convencido de que los ejemplos concretos encierran un elemento común respecto al cual esos ejemplos tienen un significado. Si decimos de un acto que es "bueno" será porque tenemos alguna noción de "lo que es" bueno; si no tuviéramos esa noción, ni siquiera podríamos decir que es bueno para nosotros pues, ¿cómo lo sabríamos? Lo mismo ocurre en el caso de la virtud, de la justicia o de cualquier otro concepto moral. Para el relativismo estos conceptos no son susceptibles de una definición universal: son el resultado de una convención, lo que hace que lo justo en una ciudad pueda no serlo en otra. Sócrates, por el contrario, está convencido de que lo justo ha de ser lo mismo en todas las ciudades, y que su definición ha de valer universalmente. La búsqueda de la definición universal según conceptos se presenta, pues, como la solución del problema moral ¿Cómo proceder a esa búsqueda? Sócrates desarrolla un método práctico basado en el diálogo, en la conversación, la "dialéctica", en el que a través del razonamiento inductivo se podría esperar alcanzar la definición universal de los términos objeto de investigación. Dicho método constaba de dos fases: la ironía y la mayéutica. En la primera fase el objetivo fundamental es, a través del análisis práctico de definiciones concretas, reconocer nuestra ignorancia, nuestro desconocimiento de la definición que estamos buscando. Sólo reconocida nuestra ignorancia estamos en condiciones de buscar la verdad. La segunda fase consistiría propiamente en la búsqueda de esa verdad, de esa definición universal, ese modelo de referencia para todos nuestros juicios morales incluso a través de la aporía. La dialéctica socrática irá progresando desde definiciones más incompletas o menos adecuadas a definiciones más completas o más adecuadas, hasta alcanzar la definición universal como concepto. Lo cierto es que en los diálogos socráticos de Platón no se llega nunca a alcanzar esa definición universal, por lo que es posible que la dialéctica socrática hubiera podido ser vista por algunos como algo irritante, desconcertante o incluso humillante para aquellos cuya ignorancia quedaba de manifiesto, sin llegar realmente a alcanzar esa presunta definición universal que se buscaba.Esa verdad que se buscaba ¿Era de carácter teórico, pura especulación o era de carácter práctico? Todo parece indicar que la intencionalidad de Sócrates era práctica: descubrir aquel conocimiento que sirviera para vivir, es decir, determinar los verdaderos valores a realizar. En este sentido es llamada la ética socrática "intelectualista": el conocimiento se busca estrictamente como un medio para la acción. De modo que si conociéramos lo "Bueno", no podríamos dejar de actuar conforme a él; la falta de virtud en nuestras acciones será identificada pues con la ignorancia, y la virtud con el saber.
La influencia de Sócrates
Sócrates ejercerá una influencia directa en el pensamiento de Platón, pero también en otros filósofos que, en mayor o menor medida, habían sido discípulos suyos, y que continuarán su pensamiento en direcciones distintas, y aún contrapuestas. Algunos de ellos fundaron escuelas filosóficas conocidas como las "escuelas socráticas menores", como Euclides de Megara (fundador de la Escuela de Megara), Fedón de Elis (Escuela de Elis), el ateniense Antístenes (Escuela cínica, a la que perteneció el conocido Diógenes de Sinope), Arístipo de Cirene (Escuela cirenaica) y Epícuro fundador del Jardín y la superación del relativismo.